Motor | Aston Martin DB9 Coupe
La última joya de Aston Martin, el DB 9 Coupe, ha nacido para maravillar de nuevo al público. Un dos puertas con llantas de 20 pulgadas que se volverá uno con el asfalto y hará que la persona que lo conduzca se sienta privilegiado.
El diseño del DB9 Coupe, la exquisitez de sus líneas deportivas y las formas pronunciadas de su maletero le proporcionan una aerodinámica perfecta que se asegura no sólo de ir por la carretera, sino también de sentirla.
La pureza en su diseño alcanza también a sus faros BI-Xenon que, una vez encendidos, ampliarán visualmente el vehículo.La elegancia atemporal y las armoniosas formas que caracterizan Aston Martin vuelven en todo su esplendor para que el conductor sienta que en sus manos se encuentra algo especial.
Si el diseño exterior resulta espectacular, el interior no se queda atrás. El DB 9 Coupe, elegante y lujoso, resulta un Aston martín inconfundible gracias a la opulencia interior generada por la utilización de materiales auténticos y la atención prestada en cada uno de sus detalles. Piel, revestimientos de madera, diseño deportivo y asientos delanteros térmicos que se ajustan con la electricidad son algunas de las comodidades que este modelo ofrece. Además, incorpora una tecnología multimedia interior que abarca desde cinco altavoces y cargador para seis CD´s en el salpicadero hasta un ordenador de viaje que incluye navegador con información por mapa completo y voz.
El nombre Aston Martin evoca en el público el placer del lujo, la perfección de las formas, la velocidad y la culminación de la exclusividad.Una marca que nació en tiempos agitados 1913, con la sombra de la I Guerra Mundial cerniéndose sobre Europa.
El británico Lionel Martin decidió adentrarse en el mundo automovilístico y a punto estuvo de declararse en banca rota tras dos asociaciones fallidas y los contratiempos de la guerra. Finalmente, la familia Benson compró la marca y nombró a Martin como Director Técnico de la misma.
Las vicisitudes de las dos Guerras Mundiales hicieron que Aston Martin volviera a estar en la cuerda floja pero David Brown fue la mano amiga que la llevó a su primera etapa de gloria. Fueron años satisfactorios en los que la marca forjó su personalidad, aunque el gran declive estaba a punto de llegar.
En 1972 Brown vendió Aston Martin a Company Developments y los tiempos felices terminaron. Comenzó una etapa en la que la marca fue cambiando de dueños como si de una pelota se tratase y su situación no mejoró hasta que Ford se hizo cargo de la situación.