Hace 150 años, concretamente en 1849, los hermanos Edouard-Jean y Adolphe Cointreau fundaron una destilería. Y del destilado de las cáscaras de naranjas dulces y amargas nació el líquido ambarino
que sentaría uno de los pilares del Sweet November.
La segunda clave de este cóctel se asienta en el Oporto Tawny. Esta clase de oporto es la más envejecida de los vinos de esta categoría. Necesita grandes cuidados ya que debe mezclarse con vinos más
jóvenes para evitar que se estropee. Dulce y aromático, perfecto para acompañar el nombre del Sweet November.
Por último, el toque final lo aportarán los granos de cardamomo. Originarios de la India y de Sri Lanka, su sabor tiene un toque picante que potenciará el Sweet November cuando se mezcle con el
bitter. Entre los beneficios que se le atribuyen a estos granos, se encuentran la prevención de cólicos, la estimulación del apetito y el alivio de la acidez y el ardor de estómago. Si el alcohol ya
de por sí es digestivo, acompañado de cardamomo en el Sweet November resulta la mezcla ideal para tomar a media tarde durante una larga y amena sobremesa o para acompañar algún aperitivo salado.