La historia cuenta que un importante coronel durante la Primera Guerra Mundial visitaba a diario un famoso bar en París caracterizado por sus cóctels.
Dicho coronel se acercaba para tomar un aperitivo y al mismo tiempo entrar en calor, puesto que venía en moto y el frío era difícil de combatir.
Respecto al nombre con el que se bautizó al cóctel fue puesto porque el personaje no era capaz de mantener el equilibrio tras haber tomado varias copas. Por lo tanto, el camarero le acercaba siempre a casa en sidecar.
Fue en "The Fine Art of Mixing", la primera guía de coctelería moderna, escrita por David Embury, donde se habla por primera vez de uno de los grandes cócteles.
Dicho cóctel se hizo popular en New York, en el histórico Harry's Bar, y le fue atribuido la creación de este cóctel a su propietario Harry McElhone, aunque posteriormente en un recetario de coctelería que escribió, reconoce que copio la receta del Buck Club londinense.
Podemos sustituir la fortaleza alcohólica del triple seco por Grand Marnier Cordon Rouge. Este licor francés, elaborado a base de cognac, macera en sus toneles una variedad de naranja exótica llamada Citrus Bigaradia, con una piel muy rugosa pero a su vez muy aromática.